Proyecto político de: Los Jovenes Patriotas
El Proyecto político de La Tortuga Patriota es el siguiente:
Los Jovenes Patriotas (JP)Son las Juventudes de organización Resistencia Cristiana cuyo patriotismo se
puede definir nr-Tradicionalista.
Puntos principales
IDEALES
En Europa existe una mafia criminal, una casta de parásitos
que no permite que Europa crezca económicamente, Europa esta secuestrada por el
mercado, la bolsa, los banqueros, por el
tercer poder o poder oculto las logias clubs de Bilderberg que son los que
manejan realmente Europa, ya que los politicos ZP y Rajoy pertecen a ellas. Por lo tanto Europa no es
libre ni soberana y esto no nos importaría si no influyera en los ciudadanos
que son al final quienes pagamos los platos rotos de sus desatres de sus crisis
etc.
Esta oligarquía plutocrática y privilegiada es la misma que
ha construido la globalización y el neoliberalismo que sirve sólo para sus
fines egoístas y las cuales está más que demostrado que son un fracaso
económico.
Por ello los JP
consideramos necesario construir un programa político-económico de
auto-desarrollo y autosuficiencia que rescate al Estado y despoje a los
mercados de su poderío criminal.
Programa político-económico de autosuficiencia
Los JP promueve un
programa de autosuficiencia (autarquía) (siempre dentro de lo que se pueda)
para el Estado, por lo que se pronuncia en contra de la globalización y a favor
de la Identidad etnocultural y espiritual de los pueblos. Algunos de los puntos
clave de este programa son:
Combatir las privatizaciones y nacionalizar las empresas que
explotan los recursos del país, y los sectores más estratégicos que
fortalecerían al Estado (banca, petróleo, gas natural, energía eléctrica,
minería, prensa, telecomunicaciones, etc).
Combatir las multinacionales extranjeras.
Abolir los monopolios.
Abolir el fraude fiscal y los privilegios fiscales.
Reducir drásticamente el número de congresistas. El congreso
español es uno de los más caros del
mundo. Los legisladores deben estar para servir al pueblo y no al contrario, el
pueblo no debe patrocinar con sus impuestos los lujos y gastos personales de
los legisladores. Los funcionarios deben reflejar austeridad en compromiso
verdadero con el pueblo, lo que ahorraría demasiado dinero que podría
destinarse a cuestiones más importantes para el desarrollo.
Se necesita invertir en tecnologia para crear un país
competitivo con un fuerte tejido industrial de calidad promover aquellos puntos
donde somos punteros como el sector vinicola y lechero
El problema de España no es la "inmigración" sino
la emigración, la fuga de talentos. Se debe detener la emigración de valiosos
recursos humanos y la fuga de cerebros. Necesitamos que los españoles trabajen
por su propio país en lugar de que vayan a otros países a servir como mano de obra
barata. Que no tengan la necesidad de buscar en el extranjero lo que pueden
encontrar en su país.
Se necesita apoyar sectores fundamentales: el campo, la
industria, además de las PYMES, que son devoradas por el mercado globalista y
no las dejan crecer.
Meritocracia
Los JP promueve la meritocracia como sistema auxiliar
necesario de la democracia. El país necesita una élite de genios, de
pensadores, de artistas, y en suma de los mejores elementos del pueblo. Para
ello, se propone instaurar un programa de listas abiertas en las que cualquier
ciudadano honrado de cualquier profesión y con los méritos necesarios, pueda
presentarse a puestos políticos, aún sin pertenecer a un partido político. Que
el acceso a todo puesto sea en base a las aptitudes, capacidades y conocimientos
de los aspirantes y no a su posición económica o sus influencias sociales.
Asimismo, se propone que haya un referéndum cada cierto período de tiempo en el
que se decida si los representantes mantengan sus cargos públicos según sus
méritos o se les destituya de ellos según sus faltas.
Ecología y sustentabilidad ambiental
Los JP promueve un
programa de administración eficiente y racional de los recursos naturales, su
explotación controlada y con conciencia ecológica.
Se debe desarrollar y aprovechar las diferentes fuentes de
energía limpia y renovable: eólica, solar, geotérmica e hidroeléctricas. Las
energías renovables permiten reducir nuestra dependencia de combustibles
fósiles que son una de las principales causas de la contaminación ambiental,
desequilibrio en el ecosistema además de conflictos mundiales. España cuenta
con algunas de las zonas con mayor recurso de viento, y es uno de los países
que recibe mayor radiación solar. El impulso a las energías renovables es clave
para crear cadenas productivas en industrias altamente competitivas que
proveerán de empleos bien remunerados a los Españoles.
VALORES SOCIALES
La actual crisis de valores tiene su origen en la abolición
de la moral cristiana que tanto denostan y en los principios del marxismo
cultural y de la oligarquía neoliberal que justifican el individualismo, el
egoísmo, el consumismo y todo tipo de modas pasajeras que no benefician a la
sociedad. Esa minoría que domina la economía y el poder, impone sus
concepciones retorcidas del mundo y sus intereses particulares por encima del
interés común, de las necesidades y del bienestar de la mayoría de la sociedad.
Los valores de los JP se resumen en una sola frase: "El bien común antes
que el propio".
Familia
La familia es la unidad celular básica de la sociedad.
Cuando la familia falla, todo lo demás falla. La familia debe ser fortalecida
con valores morales. El matrimonio debe estar constituido por un hombre y una
mujer, ya que sólo un hombre y una mujer son capaces de engendrar una nueva
vida y los beneficios del matrimonio no pueden destinarse a uniones que no
cumplen con esta función básica de la sociedad.
Se debe prohibir cualquier expresión que atente contra este
pilar fundamental y que la oligarquía intenta vender falsamente como un
"derecho".
Medios de comunicación
La oligarquía plutocrática controla los medios de
comunicación y, por lo tanto, la opinión de la mayoría de la gente. Por ello es
necesario pluralizar los medios de comunicación para escuchar todas las voces y
se obtenga un mejor sentido crítico para forjar una opinión realmente auténtica
y no manipulada. Expulsando el marxismo y el sionimo de los medios para llegar
a una verdadera información no distorsionada.
Una posición respecto a la democracia . .
Una posición respecto a la democracia . .
“La democracia es el peor sistema de gobierno diseñado por
el hombre, a no ser el resto”: Winston Churchill.
Democracia significa “poder del pueblo”, del griego demos
pueblo, y kratos poder.
En sí misma, la democracia es esencialmente anticristiana.
En el año 33 de nuestra era, cuando Poncio Pilatos amenazó a Jesucristo
diciéndole que tenía el poder para liberarlo o mandarlo crucificar, Jesús le
contestó “no tendrías ningún poder sobre mí si no te hubiera sido dado de lo
alto” osea de DIOS.
Con esta sentencia, Jesús nos revela que la fuente de toda
autoridad procede de la providencia divina que guía los destinos de la
historia.
Contrariamente, John Locke y la escuela del liberalismo ateo
postularon que el poder no viene de arriba, sino de abajo, del pueblo, de las
masas que libre y democráticamente eligen quién debe gobernar en su lugar y
representación. La relación con lo divino fue cortada de tajo, y se sustituyó
por la voluntad del pueblo.
A partir de las diversas “revoluciones” financiadas por
enemigos del cristianismo, se dio un rompimiento del anterior sistema de
gobierno, el de los más competentes e iluminados por la sabiduría divina, al
gobierno igualitario de las masas. A partir de entonces, el ciudadano siente
que elige su gobierno, cuando en realidad queda sometido a la tiranía de la
partidocracia y del liberalismo reductivista.
La democracia funciona mediante un sorteo entre iguales, no
importa la valía personal de quien es propuesto para gobernar, o sus virtudes,
o sus cualidades o valores éticos.(imag.rusos)
La democracia, decía Santo Tomás de Aquino, es el gobierno
caótico y anárquico de la muchedumbre.
El liberalismo anticristiano usó a las masas para la
legitimación de la democracia liberal como único derecho, única verdad y única
religión.
La decadencia de la época actual es consecuencia de la
deificación tiránica de la democracia liberal.
La democracia, al ser partidocrática y liberal, se encuentra
viciada en los planos ético, cultural, político y jurídico. Escribe Santo Tomás
de Aquino: “Si el régimen injusto es ejercido por la mayoría, se llama
democracia, es decir, principado del pueblo. Cuando la masa plebeya oprime, por
la fuerza numérica de la multitud, la democracia se convierte en tiranía” (De
Regimine Principum, Lect. 2 Imag. asesinato del Zar ruso y su familia).
La democracia liberal es idolatría de masas, y conduce a la
confusión axiológica (de los valores), lo cual deriva en la entronización
social del relativismo.
No hay creencia en valores superiores que no sean la opinión
pública y la voluntad del pueblo, de ahí que el relativismo sea por esencia
totalitario. Éste pretende desarrollarse en un régimen de monopolio ideológico
que sirve para dilucidar cualquier realidad social. Es incuestionable, es un
pensamiento único por lo que, en la práctica, las democracias liberales no son
sino una oligarquía partidocrática.
Todos los partidos políticos sin excepción, sean de derecha
o de izquierda, conservadores o reformistas, siguen la plataforma
revolucionaria básica:
1- Laicismo de gobierno y reducción de la fe a lo privado.
No caben ni la centralidad de la persona humana, ni mucho menos los derechos de
Dios o los principios morales o éticos. La fe no debe tener ningún influjo en
lo social sino que debe ser recluída en las sacristías para no influir en las
leyes, la educación, la política o la economía.
2- Partidocracia como único régimen político válido, y
soberanía del pueblo como justificación de gobierno.
3- Educación pública laica, sin Dios y contra Dios. Se debe
educar a los niños y jóvenes en el positivismo y en la teoría de la evolución,
excluyendo la idea de un Dios Creador. Se debe suprimir el concepto de Ley
Natural y se debe adoctrinar que el Estado es la fuente última de los derechos
ciudadanos, el ente que gratuitamente otorga esos derechos.
Por ello, da igual por qué partido uno vote, finalmente
ningún partido o candidato se atreverá a cuestionar o contradecir los
principios básicos de la revolución. Ninguno se atreverá a aceptar los daños
que la democracia está ocasionando a la civilización, ni mucho menos a proponer
los mecanismos para transitar a otro sistema mejor.
Los partidos políticos son lo que se conoce como “cuerpos
intermedios parásitos” de la sociedad. Intermedios porque se plantan entre el
gobierno y los ciudadanos, y parásitos porque no aportan nada, a diferencia de
las empresas, las escuelas y sociedades intermedias que sí son productivas y
aportan beneficios concretos al tejido social.
Los partidos surgen de la sociedad pero, como células
patógenas, resultan verdaderos carcinomas sociales. Son tejidos enfermos que
impiden el funcionamiento de los tejidos sanos del organismo social. Su esencia
es ser conflictivos, diseñados para enfrentarse unos a otros en una aparente
divergencia de objetivos, cuando esa divergencia es meramente superficial y
acerca de temas secundarios. Los fundamentos del liberalismo democrático no
pueden ser cuestionados ni discutidos por ningún partido, allí existe una unificación
que es incuestionable e intocable.
La consigna de la partidocracia es que los más posibles
ciudadanos vayan a votar. No importa por quién se vote, lo importante es acudir
al show de la democracia para que el sistema se siga auto justificando y
perpetuando en el tiempo. El sistema se complace incluso cuando uno acude a
anular su voto, porque así se legitima el sistema mismo.
Lo que se requiere para des-legitimar y cuestionar
eficazmente al absurdo, contradictorio y autoritario sistema de la democracia
es despreciarlo por completo, no acudiendo a votar. Solamente en la medida en
que aumente la abstención se irá poniendo en jaque a ese sistema totalitario
que nos ha sido impuesto. Hay que abandonarlo, repudiarlo, repelerlo con todas
las fuerzas de la inteligencia y de la organización civil alternativa. Hay
muchas otras formas de organización política alternativa que no son ese
idolatrado y dañino sistema de la democracia.
La democracia liberal está destinada al fracaso y a su
desaparición, al estar basada en aberrantes contradicciones intrínsecas. La
violencia, la desintegración social, el caos, son todos fruto de la democracia
liberal. Y todo aquello que va en contra del hombre, termina por desaparecer en
la historia.
Pero el sistema se va a aferrar a su efímera existencia, por
mero instinto de supervivencia, y va a adoptar posturas más radicales y de
mayor autoritarismo. No son sino patadas de ahogado. Finalmente la humanidad
tendrá que regresar a los valores “de arriba”, a la Ley Natural y a la
trascendencia del hombre que el liberalismo despóticamente le arrebató.
Por todo lo anterior, resulta muy iluminadora la
advertencia de la Declaración Dignitatis Humanae sobre la libertad religiosa,
del Concilio Vaticano II: Si desterramos a Dios de la vida pública y no
asumimos jurídicamente la existencia de una Ley Natural perenne, permanente e
inmutable, y con carácter de obligatoriedad moral universal, toda aberración
será entonces posible
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